jueves, 30 de junio de 2011

MONSEÑOR CHOMALI Y MONSEÑOR EZZATI RECIBIERON EL PALIO ARZOBISPAL DE MANOS DEL PAPA BENEDICTO

En la Solemnidad de San Pedro y San Pablo y en el aniversario de los 60 años de sacerdocio de Benedicto XVI, el Pontífice entregó el palio arzobispal a monseñor Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago, y a monseñor Fernando Chomali, Arzobispo de Concepción.  

 
El palio es una especie de estola blanca circular, tejida en lana virgen, esquilada de unos corderillos que el Papa bendice el día de Santa Inés de cada año (21 enero). Simboliza el cordero que el Buen Pastor ponía sobre sus hombros. Una vez confeccionada, se guarda en una urna de plata en la capilla de la tumba de San Pedro, en el Vaticano. El palio es símbolo de la unidad que vincula a los pastores de las Iglesias particulares con el Sucesor de Pedro, Obispo de Roma y se impone a quienes asumen la calidad de arzobispos.

En esta oportunidad, durante la misa que presidió el Papa recibieron el palio 40 arzobispos, de los cuales 16 son latinoamericanos: 7 de Brasil, 4 de Colombia, 2 de Chile, 1 de Ecuador, 1 de Guatemala y 1 de Argentina.
 
Mensaje de Monseñor Chomalí a la Arquidiócesis de la Ssma. Concepción
 
A la Arquidiócesis de la Santísima Concepción.

Hoy, para la solemnidad de San Pedro y San Pablo recibí de manos del Santo Padre junto a otros cuarenta Arzobispos de todo el mundo el Palio Arzobispal. Fue un momento muy emocionante y significativo por la estrecha vinculación que el Palio genera con el Santo Padre y con la figura de Cristo buen pastor.

Quisiera contarles que durante la Santa Misa recé por todos y cada uno de los habitantes de la Arquidiócesis, de modo especial por las personas que producto del terremoto viven en condiciones de gran precariedad y sufrimiento. A todos ellos los encomendé de modo especial porque cada vez tengo más claro que el amor a Dios te vivifica y se hace verdad en el amor al prójimo.

 La cercanía con el Santo Padre me invita a ser un hombre al servicio de los demás cargando con sus dolores y sufrimientos sabiendo que junto a Cristo el yugo es suave y la carga ligera. Pongo en Dios toda mi confianza para ser un pastor de todos y que se preocupa de modo especial de aquellos que se sienten solos, pobres, abandonados o mal tratados, o no le encuentran sentido a la vida. En Cristo la hallarán. Mi misión es acercarlos a Él. 

Que Dios los bendiga a todos y cada uno de Ustedes. 

+Fernando Chomali
Arzobispo de Santísima Concepción.

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