Con fuerte temporal de viento y lluvia, nuestra parroquia realizó la Misa de la Cena del Señor, una de las celebraciones más solemnes dentro de la iglesia católica donde recordamos la última cena del Señor y el signo del lavado de pies.
En la homilía de la Misa de este Jueves Santo se relataron las lecturas en donde se invita a la comunidad a la reflexión para recordar cómo era celebrada por los judíos la Cena Pascual, y como esa cena era el recuerdo de la liberación del pueblo hebreo.
También se narra la institución del sacerdocio, con las enseñanzas de Jesús a los apóstoles, como la promesa que les había hecho a los israelitas, la promesa de darles el pan del cielo, que habría de ser su cuerpo y su sangre que les sería una garantía de vida eterna.
Y uno de los más significativos es el relato y representación de cuando Jesucristo lava los pies a sus discípulos, para que así, ellos entiendan de tener siempre un espíritu de servicio, y que la iglesia que habría de surgir de la sangre de su sangre, mantenga siempre una actitud de servicio.
Nuestra parroquia realizo esta significativa celebración litúrgica en los templos de Santa Cecilia, encabezados por el Párroco Germán Hermosilla y en la comunidad San Pablo acompañados por el Vicario Francisco Briones.
Al finalizar la misa, se realizó la Procesión con el Santísimo Sacramento por el interior del templo, hasta dejarlo depositado en un pequeño Altar dispuesto en la nave lateral de ambos templos, donde los fieles se acercaron a orar y reencontrarse con el Señor por medio de la oración.
El Altar Mayor de los Templos queda descubierto y el santísimo sin custodia, hasta el sábado, momento en que celebraremos la vigilia pascual, la triunfal resurrección del Señor.
Para el viernes se congregará la comunidad parroquial para rezar el Vía Crucis y finalizar la jornada con la adoración a la Santa Cruz.
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