jueves, 23 de diciembre de 2010

CON PROFUNDA EMOCIÓN Y AGRADECIMIENTO EL DECANATO TALCAHUANO - HUALPÉN DESPIDIÓ A MONSEÑOR EZZATI

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En una emotiva Eucaristía celebrada en la parroquia Santa Cecilia feligreses de las distintas parroquias del Decanato Talcahuano - Hualpén demostraron su cariño a nuestro Arzobispo en la última Misa presidida por él en este sector. 


Con un templo colmado de fieles, Monseñor Ricardo Ezzati presidió la Eucaristía dando un mensaje claro a dos días de celebrar la fiesta de Navidad. El Arzobispo fue acompañado en la liturgia por Mons. Pedro Ossandón y la mayoría de los sacerdotes y diáconos permanentes del Decanato Talcahuano-Hualpén que quisieron demostrar el cariño y la alegría de haber contado con su presencia en nuestra Arquidiócesis.

Monseñor Ezzati agradeció en sus palabras de despedida la fidelidad a Jesucristo y a su Iglesia, también agradeció el testimonio de una vida cristiana vivida con intensidad, agradeció a los catequistas de este Decanato por su compromiso y entrega con la Iglesia.
A puertas de la Navidad nuestro Arzobispo manifestó que esperar a Jesucristo es don de todo Cristiano "El regalo más grande que Dios pudo dar a la humanidad es enviar a su propio Hijo que se hace uno de nosotros". En alusión a la Palabra señaló que "María acepta este don con gozo, manifestado explícitamente en el Magnificat". 

"El Señor nos invita a prepararnos para vivir con fe la Navidad de este año, y no perder el gozo, el asombro de recibir a Jesucristo", añadiendo que la salvación es un don  absolutamente gratuito que nos viene de Dios y que estamos llamados a acoger con el corazón lleno de estupor, lleno de maravilla, lleno de gratitud, para hacer de ese don lo que nosotros mismos le devolvemos al Padre sea a nivel personal como comunitario. "Cultivar la espiritualidad del don nos hace humildes, porque reconocemos que lo que somos viene de Dios y que no brota solamente de nuestra naturaleza humana caída, ya que sabemos que donde abundó el pecado sobreabundó la vida divina".

"Dios nos regala a su Hijo como una propuesta de amor. Nunca el Señor nos obliga, sino que esta propuesta es en la libertad de aceptar su amor y entonces el tiempo y la preparación a la Navidad tiene que ser y convertirse en un ejercicio que amplíe nuestra capacidad de amar". "El tiempo de Navidad es también a través del cual habiendo hecho experiencia de que Dios nos haya regalado su vida, hacemos el ejercicio de donar también nuestra propia vida a los demás. Es un tiempo para abrirnos a la reconciliación, a visitar a las personas que están lejos, que hemos olvidado durante el año", señaló.

Monseñor Ezzati, citó también al Papa Benedicto XVI en su última encíclica "La verdad en la caridad",  manifestando que "en ella el Papa  invita a la humanidad entera a cultivar y crear la cultura del don, manifestando que la relaciones humanas de un pueblo cuan diferenrtes serían si la espiritualidad del don fuera culticada por todos los hombres y mujeres de nuestra tierra, porque esto hace crecer la vida, y podemos de esta forma superar el desafío de la pobreza, de vivir como islas y vivir como hermanos en medio de la solidaridad en nuestra comunidad cristiana, colocando a disposición del otro nuestros dones".

Al concluir pidió a los feligreses que no se olviden de rezar por este hermano y este padre en esta nueva misión que le encomienda la Iglesia. 

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