En una emotiva ceremonia, fue despedida en su parroquia Santa Cecilia la querida señora Amanda Sánchez, quien fuera por tantos valiosos años la esposa de nuestro diácono Héctor Ceballos y colaboradora incansable en nuestra comunidad parroquial.
Una masiva concurrencia, fue la que demostró todo el cariño y afecto que cosechó en vida la señora Amanda. Su familia, amigos y quienes asistieron a su despedida fueron testigos de esto.
Colaboradora incansable de nuestra parroquia, alegre, dinámica; con una fe envidiable, son algunas de las expresiones con que la podemos describir. Parte de la historia de nuestra parroquia, trabajó codo a codo con sus párrocos, religiosas y con los hermanos que la acompañaban en sus labores pastorales; pero sin duda fue compañera, amiga, cómplice y pilar fundamental de su esposo Héctor.
Siempre atenta a las necesidades de la parroquia, acompañando y ayudando en todo lo que fuera necesario siempre al lado de don Héctor, cosechó frutos que estamos seguros, ya está empezando a disfrutar junto al Señor.
Solo nos queda agradecer y destacar el ejemplo de ésta mujer, de sonrisa fácil y ojos claros que siempre acogía con alegría a quien se encontrara con ella. Quizás podríamos comentar muchos episodios de su vida pastoral y de su persona, pero la respuesta a eso está en el corazón de quienes hoy la despedimos con tristeza, pero también con la alegría de saber que ahora goza junto al Señor.
La misa que fue presidida por el Pbro. Pablo Leiva y por nuestro párroco Germán, no estuvo exenta de palabras de agradecimientos y elogios para nuestra querida Amanda.
Un templo repleto de personas, y el altar adornado de rostros cercanos a nuestra parroquia y a la señora Amanda le daban el adiós, acompañando a su familia y en especial a su esposo Héctor.
Le enviamos a don Héctor y a su familia, toda nuestra fuerza y compañía, y las palabras de fe, sabemos que las llevan en su corazón.
Solo nos queda decir, muchas gracias Amanda, tu parroquia te despide con amor.
1 comentario:
Lamentablemente me enteré en la tarde de hoy y por el diario de la partida de la Señora Amanda... mi tristeza es no haber estado presente en su despedida, pero mi corazón tiene sentimientos encontrados, pues mi alegria es la certeza de que ella esta disfrutando del Banquete del Reino. Doy gracias a Dios por que un día tuve la oportunidad de sentir el cariño de esta pequeña mujer de gran corazón. A don Héctor, solo me queda hacerle saber que mi corazón esta con él en estos momentos y ya tendré la oportunidad de darle un fuerte abrazo. Sinceramente, Silvia
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